Eramos dos almas solas y tristes buscando desesperadamente el AMOR que nunca tuvimos. Nos conocimos atraves de Badoo una página para encontrar pareja. Jamás pensé encontrar a una persona tan buena y especial como tú y menos através de estas páginas, pero me alegro infinitamente de haberte conocido!
Desde que hablamos por primera vez por msn ya sentímos una ATRACCIÓN especial, algo tan etéreo como el aire, tan mágico que no se puede explicar. En esos días nos quedabamos toda la noche hablando, a tu lado las horas pasaban fugáces, el tiempo carecía de sentido.
Como todo en nuestra reciente relación se desembolvía de manera RÁPIDA, frenética. Apenas pasadas 2 semanas, ya me pedistes una cita para conocernos en persona. Al principio me mostraba reticente a la idea, debido a la celeridad de los acontecimientos. Pero finalmente acepté quedar para una pre-cita. Quedamos una tarde de otoño, el cielo se podía contemplar despejado y los tenues rayos del sol dejaban una estela rojiza en el horizonte. Mientras caminaba hacia la parada del tranvía pensaba en tu rostro, sólo descubierto en fotos. Acelerada, el corazón me golpeaba cada vez con mas fuerza. Ya a lo lejos adiviné tu imponente silueta. Nerviosa a tu lado, luego de pocos minutos junto a tí me sentí relajada y en calma. Tu forma tan original de expresarte, junto con tu adorable torpeza al actuar hicieron que me fijase definitivamente en tí.
Caminamos juntos por la avenida, sorteando las hojas secas de la acera, me sentía tranquila y agusto, mientras tú ideabas bromas que dibujaban sonrisas de complicidad en mi cara. Mas tarde y sin esperarlo me sorprendistes con un regalo,me habías traido tu cami de Green Day, te acordabas! en ese momento MARAVILLADA y un poco desconcertada sin saber muy bien que decir, me quedé sonrojada y agradecida. La verdad que significó mucho para mi, y supe desde ese preciso momento que te importaba algo. Subimos al tranvía teniendo la intención de ir a dar una vuelta por la trinidad. Empezaba a oscurecer detrás del cristal. De pronto fuimos sorprendidos por una serie de graciosos sucesos que se prolongarían durante toda la noche, y que nos hacian dudar de nuestra fortuna. Una vez en la calle podía notar el frío viento que hay siempre en la trinidad, caminamos un rato sin rumbo, hablando sobre vanalidades que nos hacían unirnos un poco más. En ese momento sentía una infinita TERNURA hacia tí, deseaba tocarte, abrazarte, que me dieras tu calor.
Podía ver que eras diferente a todo lo que había conocido, tu inseguridad e ingenuidad emanaban una gran dulzura, y tus buenos sentimientos junto con tu transparencia hacían que no quisiese estar con nadie más.
Sin pensarlo mucho tiempo te abracé con tu permiso, sorprendido por mi espontaneidad te quedastes inmovil, y sin saber como y k decir ni tal vez como actuar durante un rato. Paseamos por la avenida llena de tiendas, de luces y adornos navideños quelo iluminaban todo; cogidos el uno al otro, sin soltarnos más. No tuve miedo de expresarme, no contigo.
Al despedirnos noté una gran tristeza dentro de mí que brotaba desmesuradamente hacia fuera, sin poderla siquiera contener. No quería, no podía jugar contigo, y sin embargo estaba conociendo a otro chico a la vez. Noté tus ojos clabados en mi rostro, notabas prontamente todos mis estados de ánimo, pudiendo leer hasta lo más profundo de mi corazón. Sentí como si me desnudases con tus ojos. Me sentí algo intimidada, más no me importaba, porque ya desde aquellos momentos decidí ser tuya.
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